La victimización infantil: más allá de los malos tratos

No es la primera vez que el psicoanalista argentino Jorge Rubén Volnovich visita a Cuba. El mundo académico lo reconoce por sus aportes en contra del abuso sexual infantil (ASI) y su activismo en defensa de los derechos de las niñas/os y adolescentes.
En esta ocasión, el profesor Volnovich realizó un taller en Santiago de Cuba, del 21 al 25 de mayo, con profesionales de diversas esferas de la salud, juristas, educadores y trabajadores sociales.
En su intervención recalcó que “la violencia contra niños y adolescentes es hija del poder patriarcal y sexista, de la asimetría de poder generada por el poder patriarcal que naturaliza la violencia y encontró una salida en la disciplina, el argumento para justificar el castigo físico del cuerpo del niño(a), así como restringió a los más pobres la existencia del abuso sexual.”
Alertó que siempre “hay que escuchar al niño (a) y no al adulto abusador”, debido a que el ASI pues puede ocurrir dentro de las familias, en todas, sin distinción de clases, ni nivel educacional, que el abusador puede ser un padre, un abuelo, hermano, padrastro, vecino y no existe un perfil psicológico definido para él.
Las madres, por su parte, no son cómplices hasta que se demuestre lo contrario. En su experiencia profesional ha constatado que son mujeres abusadas a través de sus generaciones y hay que mirar con ojos de género para desmitificar su culpabilidad.
Cuando se está frente a una sospecha fundada de que se produjo una situación abusiva de lo que se trata es de valorar si la salud y la seguridad básicas del niño se encuentran en peligro, advierte Volnovich.
Para los profesionales o funcionarios pertenecientes a instituciones públicas (Salud, Educación, Trabajo Social u otras), la comunicación de A.S.I. debe ser obligatoria, asevera el experto.
Los factores de riesgo nunca deben ser utilizados para estigmatizar ni para denigrar al niño, niña o adolescente o a su familia. Debe respetarse la intimidad del niño, niña o adolescente y comunicarse solo entre profesionales idóneos que harán un uso responsable y ético de la información, en beneficio del niño, la niña o el adolescente, de su familia o del grupo comunitario de pertenencia.
El ASI constituye una “cuestión multifactorial que debe tener un replanteo desde diversas esferas y en la que se legitime la dignidad de la víctima”, argumentó Jorge Volnovich durante los días del taller.

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