“Sigue faltando el derecho a la vida”

Alexya Salvador es una maestra trans de 36 años. Sus méritos también están en que es Pastora de la Iglesia de la Comunidad Metropolitana de São Paulo y, además, forma parte del movimiento LGBTI de Brasil.

Durante su visita a Cuba para participar en la recién concluida Jornada contra la Violencia de Género que organizada por el Cenesex, Alexya dialogó con los especialistas del centro con el objetivo de compartir sus vivencias dentro del activismo en la comunidad LGBTI en su país.

“Yo participo en varios grupos que intentamos en Brasil deconstruir la violencia de género que hoy enfrenta el país. Por ejemplo, estamos viviendo momentos muy complicados con respecto a la introducción en los libros de la perspectiva de género. En la actualidad no se habla de género en Brasil y es el país donde se mata a más personas trans en el mundo; es por ello que junto a mi militancia social practico mi militancia cristiana, intentando deconstruir también las ideas de un cristianismo que condena a las personas LGBTI”.

Alexya precisó que se ha avanzado en mostrar la necesidad de debatir sobre las cuestiones de la identidad de género. “Con respecto a las personas trans se ha trabajado en la necesidad de entender a esas personas porque es difícil y se han realizado grupos de conversatorios, fórums, coloquios, para debatir la inclusión de esas cuestiones en las políticas públicas dirigidas a la comunidad LGBTI”.

“El ejemplo más claro es que para cambiar los documentos personales en Brasil es muy difícil; hay que enfrentar un proceso judicial muy largo. Yo estuve cuatro años para conseguir cambiar mis documentos. La gente está luchando para que se apruebe la Ley JoanMary en el Senado con el objetivo de que las personas entiendan que convivir con los diferentes no es nunca una amenaza”.

Para la trans brasileña lo que más dificulta el avance dentro de la comunidad es el fundamentalismo religioso; “la sociedad está dominada por la religión cristiana, mientras ese cristianismo no se abra para acoger a las personas sin importar la vida que se elija los procesos no avanzan”.

  • ¿Cómo ha podido posicionarse usted siendo una mujer trans y pastora?

“Ahora en Brasil yo soy la primera reverenda trans, pienso que es un tiempo nuevo, mi acceso a la iglesia simboliza un nuevo tiempo de cambio, de algo diferente. Pero también soy perseguida a causa de eso, las personas no lo admiten, piensan que las personas LGBTI no tenemos derecho a nuestra fe sea la que sea, entonces mi ordenamiento como Pastora. Como Reverenda es algo histórico en América Latina, soy la única Reverenda trans en toda América Latina”.

  • ¿Sigue faltando algo dentro de los derechos de la comunidad LGBTI?

“El derecho a la vida, una vida sosegada, feliz. Los gays en Brasil mueren, las lesbianas mueren, las personas trans mueren; falta el acceso al empleo formal, la mayoría de las trans se prostituyen porque no consiguen trabajar. Considero que lo fundamental debe ser el acceso al trabajo, al mercado del trabajo y el acceso al cambio de los documentos. Además, tener acceso a la salud, porque de ello carecemos mucho”.

La pastora brasileña destacó sobre el Cenesex que es un centro maravilloso. “He sido muy bien recibida, acogida, estoy muy feliz de estar aquí y saber que ustedes trabajan para construir un país más humano, más justo, igual para todos”.

Traducción del portugués: Teresa de Jesús Fernández González

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