Mariela Castro Espín en el evento «Midiendo la Gobernabilidad Democrática»

INTERVENCIÓN DE LA SRA. MARIELA CASTRO ESPÍN, DIPUTADA A LA ASAMBLEA NACIONAL DEL PODER POPULAR DE LA REPÚBLICA DE CUBA, DIRECTORA DEL CENTRO NACIONAL DE EDUCACIÓN SEXUAL Y MIEMBRO DEL HLTF PARA LA CIPD EN EL EVENTO  PARALELO “MIDIENDO LA GOBERNABILIDAD DEMOCRÁTICA”.

Consulte la versión en inglés en el siguiente enlace:  Mariela Castro Espín in the event “Measuring democratic governance: the art of the possible” 

Señoras y señores,

Como miembro del Parlamento Cubano quisiera socializar algunas reflexiones sobre el tema que nos convoca, en tanto que considero que no existen patrones únicos de democracia. El denominador común de los sistemas democráticos radica, por tanto, en que estos constituyen la expresión de  soberanía de los pueblos y el ejercicio de su derecho a determinar libremente su sistema político, económico y social. Los sistemas de gobierno de los países están, además, intrínsecamente vinculados a sus condiciones históricas.

El ejercicio de la democracia siempre presupone la participación directa o indirecta de las personas en las decisiones fundamentales que les atañen. Presupone asimismo un control directo de estas sobre la forma en que son representadas, sobre los recursos naturales de su país, sobre su economía y sobre la forma en que se distribuyen los ingresos.

El ejercicio de la democracia significa también una mayor participación de los grupos vulnerables como mujeres, jóvenes, pobres, personas con discapacidad, poblaciones indígenas, afrodescendientes y LGBTI, en el proceso de toma de decisiones.

Un ejercicio efectivo de la democracia a nivel nacional presupone también el establecimiento de un orden internacional democrático y equitativo, como reconocen resoluciones sucesivas de la Asamblea General. Se necesita de la cooperación internacional sin condicionalidades ni imposiciones de política, para la promoción y protección de todos los derechos humanos. Esta cooperación debe estar en plena conformidad con los propósitos y principios de la Carta de las Naciones Unidas y el derecho internacional.

Debe hacerse con total respeto de la soberanía, la integridad territorial y la  independencia política de los estados. También deben respetarse plenamente los principios de la no utilización de fuerza o de la amenaza del uso de la fuerza en las relaciones internacionales y la no injerencia en los asuntos que básicamente corresponden a la jurisdicción interna de un estado.

 

La inequidad existente en las relaciones internacionales lacera el ejercicio de la democracia. La brecha creciente entre naciones ricas y pobres también la afecta.

La aplicación de sanciones unilaterales y otras medidas coercitivas vulneran las posibilidades de los países de satisfacer plenamente las necesidades de sus poblaciones, de eliminar la pobreza y de alcanzar el desarrollo sostenible.

El bloqueo económico comercial y financiero que sufre la población cubana desde hace más de 5 décadas limita el desarrollo económico y social del país y constituye una violación masiva y flagrante de los derechos humanos de todo un pueblo. Pese a ello, consolidamos nuestra democracia y la hacemos más participativa. La población cubana se involucra de manera creciente en las decisiones que impactan su vida, y dialoga en diferentes espacios sobre la forma de ejercer la democracia en función de sus intereses y aspiraciones.

La democracia es un concepto en permanente elaboración, pero no cabe dudas de que debe constituir una vía para ejercer plenamente el poder del pueblo. Por eso nos interesa este espacio de intercambio de ideas y experiencias.

No podemos olvidar que el ejercicio de la democracia requiere de un nuevo orden internacional en los ámbitos político y económico. Resulta extremadamente difícil evaluar la gobernanza democrática. Si se desarrollara un sistema de medición, con indicadores que gocen de consenso universal, este tendrá que medir las condiciones externas que impactan de una u otra forma dicha gobernanza democrática en cada país. Deberá elaborarse a partir de las realidades nacionales. No pueden existir parámetros únicos para evaluar la democracia. No podría hacerse tal ejercicio para responder a las concepciones ideológicas y de poder predominantes en las relaciones internacionales actuales.

MUCHAS GRACIAS

Centro Nacional de Educación Sexual

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