Byron Motley, el amigo de nuestro tiempo

Ya se ha vuelto habitual contar con la presencia del amigo Byron Motley. Es imposible no tomarle cariño. Siempre inquieto, con su cámara en mano, nos devuelve una imagen de nosotros, de Cuba y de la comunidad LGBT, distante de los estereotipos y de las postales turísticas. Su sensibilidad y su afectuosa cercanía, le ha permitido plasmar una Isla de hombres y mujeres que luchan, sueñan, trabajan y aman.

Estadounidense de nacimiento y cubano por elección, Byron es un multifacético artista: canta, apasionado del béisbol y perspicaz fotógrafo. Ha sabido componer con sus imágenes una historia de la sociedad cubana en la vorágine de sus transformaciones sociales, en su casi ya una década de tránsito por este archipiélago.

Durante la oncena edición de la Jornada Cubana contra la Homofobia y la Transfobia, Motley inauguró la exposición Amigos, Aliados, Activos, en la sede de la Fototeca de Cuba, en la que se reúnen momentos importantes de la jornada anterior entre La Habana y Santa Clara. Su fotografía capta el color cubano, si algo podemos definir con ello; sin embargo su lente congela instantes que nos conmueven por su preocupación sobre el amor, el activismo, el arte, entre otros temas que resultan latencias del artista. Asimismo re-imagina el jolgorio de personas que se unen a estas actividades para visibilizar el reclamo de los derechos sexuales y los esfuerzos que realizan instituciones y organizaciones del país, con las cuales él se siente profundamente identificado, como es el Centro Nacional de Educación Sexual (CENESEX).

Amigos, Aliados, Activos, constituye desde el propio título un inteligente juego retórico, al reflexionar sobre los protagonismos diversos, pero igual necesarios, para alcanzar nuestros sueños y metas en el contexto cotidiano, para conquistar lo imposible. De allí que se proponga en dibujar esa realidad al convertirse en parte como un querido amigo, un inquieto activo y un eterno aliado.

Byron se ha convertido por derecho propio en el Cronista de la Jornadas, al decir de Mariela Castro Espín. Pero Byron nos ha dado más, así humildemente, múltiples maneras de ser y de pensarnos como cubanxs, en medio del activismo, de nuestra lucha: ha sido el amigo de nuestro tiempo.

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