La discriminación por identidad de género queda pendiente en nuestra legislación

Mariela Castro junto a algunas muchachas trans en la exposición Fátima XXXXXY

Mariela Castro junto a algunas muchachas trans en la exposición Fátima XXXXXY, del fotógrafo Paolo Titolo, en Fábrica de Arte Cubano

La reciente publicación en la Gaceta Oficial, de la Ley 116 del Código de Trabajo, ha despertado duras críticas asociadas con la no inclusión de la identidad de género, como uno de los motivos para no discriminar. Estas críticas ponen de manifiesto una sensibilidad creciente, en la sociedad cubana, con el tema de los derechos y la lucha contra cualquier tipo de discriminación, que también incluye a la identidad de género, como quedó expresado en las recomendaciones de la Primera Conferencia del Partido Comunista de Cuba. Esta situación requiere de la máxima atención de nuestra sociedad,  y alerta sobre la necesidad de fortalecer el trabajo de la ciudadanía y de sus representantes para lograr estos objetivos.

Interpreto lo ocurrido como parte de las tensiones creativas propias de todo proceso revolucionario. Revolucionar no es encontrarnos con lo nuevo de golpe, es analizar contradicciones, superar imaginarios sociales hegemónicos que durante siglos han estigmatizado a muchas personas que sufren las consecuencias de la exclusión social, es trabajar para que los dispositivos sociales, mediante acciones concretas, hagan realidad la voluntad política expresada en los documentos partidistas, es trabajar para analizar los mecanismos a través de los cuales nos construimos como sujetos históricos, desde donde producimos y reproducimos lo que nos emancipa y lo que nos enajena. Revolucionar es un acto valiente y generoso que nos permite reconocernos en las contradicciones para fortalecer nuestra conciencia crítica en post de la transformación social revolucionaria.

Sigo sosteniendo que la discriminación por identidad de género queda pendiente en nuestra legislación, por eso aplaudo el periodismo crítico revolucionario que está haciendo sus mejores contribuciones. La  autocrítica permanente y comprometida ha de llevarnos a seguir luchando por lo que creemos justo y necesario para seguir construyendo una sociedad emancipada.

Como ciudadana comprometida con este proyecto histórico, me hago cargo, desde mi responsabilidad profesional e institucional, de transmitir cada vez con más claridad las reflexiones que ayuden a nuestro pueblo a dialogar sobre estos temas, para seguir avanzando en nuestros anhelos de conquistar toda la justicia.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos necesarios están marcados*.


*